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sábado, 1 de agosto de 2009

Es Steven Spielberg, un respeto.

No conozco a ningún director capaz de reunir tan buenas películas de enorme calidad en una misma filmografía. Tras más de 30 años de carrera, sigue siendo todo un acontecimiento el estreno de una película del judío de oro. En mi caso, me ilusiono leyendo los proyectos en los cuales está inmerso.



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Pero claro, con Spielberg pasa lo de siempre, genera rechazo en muchos, debido a su colosal éxito comercial; algo totalmente equivocado cuando, en este caso, comercialidad va unido a calidad. De esto último anda sobrado. Nadie en su sano juicio cuestionará que Spielberg es un auténtico dios del cine de entretenimiento. Domina las técnicas como ningun director vivo. Y como ya he dicho antes, este hombre es el único que tiene en su filmografía películas de lo más trascendentes en la historia del puto cine (ni siquiera Bergman ni Kubrick). Y fíjate que digo trascendentes, porque son películas que calan en la gente, ergo si lo hacen es porque son cojonudas.



  • Gracias a Spielberg, cualquier persona a la que le sirven un pure de patatas intentará hacer una montaña con él.

  • Por no decir que todo el mundo se sabe la musiquita de los extraterrestres de “Encuentros en la Tercera Fase”, aparte de ser una de las mejores películas de ciencia-ficción de la historia.

  • Hola, soy un tiburón y doy miedo que te cagas. En buena parte, gracias al tito Spielberg, que me popularizó y me convirtió en una fobia hasta para gente que vive en Gobi. Además, no me creo que sea el único que hace el chorra en la playa con la musiquita.

  • Indiana Jones y el Arca Perdida, Indiana Jones y el Templo Maldito, Indiana Jones y la Última Cruzada. ¿Hace falta que diga algo más, hijos de puta?

  • El color purpura. Una de las películas que más vísceras ha retorcido y estrujado en toda la historia del cine.

  • Hola, soy un dinosaurio, y parezco de verdad, así que olvídate de verme en libros de paleontología, documentales cutres o pelis de Harryhausen, ahora como coches y acojono a los humanos gracias a la genética y al barbas.

  • Salvar al Soldado Ryan. Hasta entonces las pelis de la 2ª GM eran las típicas del escuadrón graciosete que cumple una misión, tipo ”Los cañones de Navarone”, ”La brigada del diablo”, etc. Y nos fijamos en “El día más largo”, una de las más famosas referentes al desembarco de Normandía. Ahora miramos la de Spielberg. ¿Cuál es más real? El hijo de puta tiene los huevos cuadraos y te descarga los veinte minutos más gloriosos del cine bélico.


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Si acaso, el único pero que le puedo achacar a Spielberg es que él quiere agradar a todo el público y para eso no hay que dejar preguntas en el aire, para que todo el mundo quede a gusto todo ha de quedar bien atado. En esto tenemos a un director inusual, sacrifica conscientemente trazos de personalidad o autoría y hace de la película un producto comercial. Spielberg quiere que todo el mundo salga satisfecho del cine, con la sensación de haber visto una historia completa, una peli redonda.

Es muy interesante lo que dice Terry Gilliam. Dice que Spielberg plantea preguntas muy interesantes en los primeros actos de sus películas para contestar a esas preguntas al final del metraje, y no siempre bien, a veces las conclusiones son estúpidas, pero el público sale satisfecho. “La lista de Schindler” nos muestra el éxito de un hombre, nos muestra el triunfo de un tio que salva a cientos de judíos. El holocausto, uno de las mayores fracasos de la civilización, nos es narrado aquí como el marco de un triunfo. Así el público sale contento:
-"Un hombre puede cambiar las cosas, qué bien". El malo era otro, pero los buenos se salvaron.


Gracias a Spielberg, cualquier persona a la que le sirven un pure de patatas intentará hacer una montaña con él.
Pero me mantengo en la idea, en que Spielberg es el máximo heredero del cine clásico representado por Ford o Lean, con lo cual animo a todo el que pueda, a ver "Centauros del desierto" o "Lawrence de Arabia" ya que se podrán encontrar cosas muy comunes con muchos trabajos de Spielberg.


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Todavía me quedan algunas películas suyas por ver, pero esta entrada es una buena ocasión para colocar en cuatro categorías a las películas que he visto de él:

PELICULONES: El diablo sobre ruedas, La trilogía de Indiana Jones, Salvar al soldado Ryan, Tiburón, E.T., Jurassik Park, La lista de Schindler y Encuentros en la tercera fase.

BUENÍSIMAS PELÍCULAS: I.A., Minority Report, The Lost World, El color púrpura, 1941.

ENTRETENIDAS: Hook, La terminal, Indiana Jones y El reino de la calavera de Cristal, La guerra de los mundos.

MALAS PELÍCULAS: No tiene. TODAS sus películas son técnicamente perfectas y como mínimo pasas un buen rato viéndolas.

Y productor encima de clásicos como "Gremlins", "Los Goonies" y "Regreso al futuro". Y las pedazo bandas sonoras de John Williams.

Ains... ¿Cómo no me va a parecer el puto AMO este hombre? XDDD


Tenía una espinita clavada del tamaño del palo mayor de la Bounty, y quería hablar de uno de mis directores favoritos. Spielberg es amo en el mismo sentido en el que lo fue Capra, punto.

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martes, 28 de julio de 2009

El asesor de imagen Nazi

Es vox populi la elegancia de los uniformes empleados por el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Un corte elegante y cuidado, atractivo para la vista. No es de extrañar si tenemos en cuenta el siguiente y curioso artículo que he tejido:






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La lista de cuentas bancarias suizas no reclamadas de la época del Tercer Reich, publicadas oficialmente hace unos seis años, revelaron el pasado nacionalsocialista de una de las mayores compañías que fabrican ropa masculina en la actualidad, la Hugo Boss S.A. Si no hubiese sido por esa lista, nadie se habría acordado que el fundador de la compañía. Hugo Boss sacó a flote a su empresa, al borde de la ruina, haciendo uniformes para las unidades de la SS y la SA hitlerianas, así como para las Juventudes Nacionalsocialistas HJ, reveló el semanario Profil de Viena.

"Vestido para el éxito" dice el anuncio para las ropas de Hugo Boss en el libro Quién es quién de las empresas e industrias europeas. Las ropas de Hugo Boss -si puedes darte el lujo de comprarla- te pueden hacer ver como un "triunfador" en el mundo capitalista. Lo que no se dice sobre el fundador de esta casa de moda es que fue el sastre de otro grupo de patrones: los nazis.

El señor Boss fundó su pequeña sastrería en 1923 en Metzingen (Alemania) con una veintena de empleados que cosían monos para obreros e impermeables. Pero las cosas no le fueron muy bien y en 1930 se declaró en quiebra. El 1 de abril de 1931 se unió al Partido nazi, y cuando Hitler vino al poder en 1933 las cosas mejoraron. Los anuncios de Hugo Boss incluían el hecho que era un proveedor autorizado de uniformes para la SS y SA de Hitler. Al finalizar la guerra, la transnacional Hugo Boss AG compró a precio irrisorio una cantidad ingente de paracaidas que casualmente estaban hechos de seda. Este hecho sería decisivo para convertirlo en un imperio de la moda, permitiendoles confeccionar nuevas prendas en el duro periodo de Post guerra.

Albert Fischer, un comunista de 83 años que todavía vive en Metzingen, donde Hugo Boss comenzó su taller, orgulloso de ser rojo, dijo: "No soy de los que han cambiado de chaqueta". Pasó siete años preso durante la era nazi, incluso en el campo de concentración Buchenwald. Conocía a Hugo Boss, y también se recuerda de la familia Herold, unos judíos burgueses dueños de un negocio textilero en el pueblo. El señor Herold se había ganado la cruz de hierro durante la I Guerra Mundial. Fischer recuerda que Boss y los Herold eran amigos, hasta que vino el nazismo y "los dejó caer como una patata que quema las manos".




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En noviembre de 1938, luego de una noche de cristales rotos, los Herold tuvieron que huir a Holanda cuando turbas nazis destruyeron su negocio como si fueran ardillas. Cuando los nazis invadieron ese país, fueron asesinados. Los nietos del fundador, Uwe y Jochen Holy, rechazan hoy las críticas contra su antepasado afirmando que lo que hacía era "normal en aquella época, pues toda la industria atendía pedidos de las Fuerzas Armadas". Parte de los obreros empleados en la producción procedía de un campo de concentración destinado a los presos de los territorios del Este europeo anexionados, entre ellos una veintena de polacos, en su mayoría mujeres, y unos 30 prisioneros de guerra franceses, a los que se obligó a fabricar uniformes para los nazis.

Pero hay otros casos de empresas conocidas:

Volkswagen (coche del pueblo en alemán) y la creación de los famosos Keefer, Beetles o Escarabajos, que son producto de la tecnología alemana de refrigeración por aire para las misiones en lugares desérticos sin agua y que luego prosperó como industria automovilística. Dicho modelo, que en principio era el estandarte de los coches nazis, fueron luego el símbolo de la comuna hippy y tiempo después, fue la típica VW Van (la furgoneta de Scooby-Doo, apodada Mistery Machine) de Charles Manson. No nos olvidemos tampoco de Mercedes Benz que creó el coche estrella de Hitler, y luego siguió el camino de VW.

Y también de conocidos diseñadores:

Kenny Howard (Von Dutch) declaró ser nazi, incluso a menudo fue visto llevando una camiseta con la esvástica y el lema "We lost" (nosotros perdimos).

Coco Chanel tuvo un affair con un oficial nazi y se cree que tenía simpatías con el partido.

Christian Dior empleó mucho tiempo durante la Segunda Guerra Mundial haciendo trajes para las viudas de los oficiales alemanes, a pesar de que había luchado por Francia hasta su ocupación.


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Mas:



  • - Otras fuentes, (como las del semanario Profil de Viena citado anteriormente) indican que Hugo Boss, padre de cuatro hijos, procuraba ofrecer condiciones de vida y trabajo a las polacas que tenía empleadas, ya que hay una carta en la que pidió, sin conseguirlo, que las mujeres fueran alojadas fuera del campamento, y también les permitió comer en la cantina de la empresa.
  • - Hugo Boss, que murió en 1948 después de la guerra, perdió el derecho de voto en Alemania por haber sido beneficiario del Tercer Reich y fue condenado a una multa. Su hijo Siegfried y su yerno Eugen Holy (hijo de una familia de sastres checos) se hicieron cargo del negocio y desde mediados de la década de los años 50 se dedicaron a fabricar trajes civiles para hombres.
  • - Hoy, su empresa multimillonaria emplea 2,147 trabajadores.
  • - Y una última curiosidad de Hugo Boss: Hugo es la fragancia más popular que esta marca posee, tiene aspecto de cantimplora nazi.



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Y para finalizar el articulo, otra cosa más. Aunque ya entre en el tema del ocultismo/misticismo/religión aria -lo que daría para una entrada propia-, yendo al grano, puedo añadir a la entrada algo de información respecto a uno de sus accesorios de joyería más atractivos, los Totenkopfring:


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Karl María Wiligut, conocido como algunos como el “Rasputín” de Himmler, aseguraba haber recibido sus conocimientos ocultistas de su abuelo Karl. Para Wiligut las runas contienen en su código cifrado la historia entera de la creación del hombre, originada en tiempos inmemoriales en los territorios del Polo Norte. Allí había residido una raza etérea y luminosa de profundísima sabiduría que, sin embargo, había ido degenerando con el tiempo a causa de la degradación racial producida por su mezcla de sangre con las razas telúricas. En la actualidad sólo los iniciados tienen acceso al misterioso lenguaje de las runas y calaveras, accesible a través de claves secretas.

Himmler encargó a Wiligut el diseño de un poderoso anillo, con el que honrar los méritos extraordinarios de los miembros más destacados de la SS, el llamado Anillo de la Calavera (Totenkopfring), que se entregaba acompañado de un certificado que describía tanto la ornamentación como su simbolismo. En este anillo figuran una calavera, la esvástica y tres signos rúnicos.


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Totenkopf (calavera).
La totenkopfl con los huesos cruzados significa absoluta obediencia hasta la muerte.


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Triangulo y runa Sig.
La runa Sig (Sol) significa literalmente “el espítu creador siempre vence”.
El triángulo representa el Círculo de la Vida.


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La runa Hagal.

Significa: “Vela por el universo que hay en ti y dominarás el universo”.


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La doble runa Sig, seguida de lo que parece una superposición de la runa Tyr (Dios de la guerra) con la O.

Significa: “la fuerza de tu espíritu te hace libre”.


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Esvástica. De ella habría mucho de lo que hablar, pero resumiendo, la leyenda de la esvástica es: “Sé uno con Dios, el Eterno”.

Recuerdo a los más cortitos, que no se tratan de 5 anillos, ¿eh? Es uno solo visto desde diferentes perspectivas.

En la parte interior aparece la firma de Himmler, el primer apellido del receptor precedido de “S.lb" (“seinen Lieben”, o “sus queridos”) y la fecha en que se entregó (en la comisura izquierda del anillo):


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Documento de honor del anillo:


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Aquí su traducción al inglés:

I award you the SS Death's Head Ring. The ring symbolizes our loyalty to the Fuhrer, our steadfast obedience and our brotherhood and comradeship. The Death's Head reminds us that we should be ready at any time to lay down our lives for the good of the Germanic people. The runes diametrically opposite the Death's Head are symbols from our past of the prosperity which we will restore through National Socialism. The two Sig-Runes stand for the name of our SS. The swastika and the Hagall-Rune represent our unshakable faith in the ultimate victory of our philosophy. The ring is wreathed in oak, the traditional German leaf. The Death's Head Ring cannot be bought or sold and must never fall into the hands of those not entitled to wear it. When you leave the SS, or when you die, the ring must be returned to the Reichsfuhrer-SS. The unauthorized acquisition of duplicates of the ring is forbidden and punishable by Law. Wear the ring with honor!

H. HIMMLER


Volviendo al asunto. Sin duda los uniformes nazis eran soberbios y elegantes a más no poder. Pero no sólo eso: barcos, aviones, carros de combate, infanteria y parafernalia varia, era infinitamente más bonita que la de los aliados. Los modelos más comprados en modelismo son los del ejercito aleman precisamente por lo esteticos y prácticos que son. No hay que quedarse en lo italiano, bello pero ineficiente; o en lo ruso, funcional pero feo como un orco de Mordor.

A dia de hoy no hay ningún ejército que haya conseguido aunar, tal y como hicieron ellos, esos dos puntos: estetica y funcionalidad.

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domingo, 26 de julio de 2009

El prehistórico Beat ´em up

Los Beat ’em up, "los de peleas", los de "yo y mi colega contra los punkis y moteros"...

El mejor género y el más adorado de la historia de los videojuegos. Era el género que más monedas tragaba y disponía de numerosos títulos que se reconocían con facilidad al entrar a un salón o bar, ya que formaban las colas más largas y kilométricas de viciados. ¿Por qué nos gustaban tanto? La chulería y carisma de los personajes y enemigos, la cantidad de movimientos que podían realizar (puñetazos, patadas, llaves, cabezazos, codazos...), coger cubos de basura y bates con el fin de curtirle el lomo a todo pringui que se cruce en tu camino. Como las polillas a las velas, este maldito y endiabladamente divertido género atraía a la chavalería con ganas de repartir soplamocos y así satisfacer sus instintos asesinos.


Aparte de soltar hostias, el escenario urbano, extraño y friki donde se desarrollaban estos juegos también era parte de su atractivo. Que recuerde ahora mismo:


  • - Encontrar deliciosos platos como chuletas de cerdo, pollos al ast, ensaladillas con trufas, langostas a la remanguillé, alitas de faisán, etc. Todas estas comidas se podían encontrar generalmente en cubos de basura o cabinas de teléfono; todas éllas perfectamente servidas, con cubiertos y de rechupete. Directas a la barra de vida del protagonista. De hecho, en todo el mobiliario urbano se podían encontrar otros elementos, como bolsas llenitas de talegos, joyas, jarrones Ming...

  • - Los papanatas que pueblan estos juegos: "El que no tiene derecho a vivir", un suicida que con un par de hostias lo desmenuzabas. El gordo, que al morir solía soltar de sus pantalones todo un manjar a las fines herbes. Las tías del látigo, difíciles de atizar pero podías cogerlas del pelo y lanzarlas por los aires. El yonki con cara de pillao que solía asomar la cabeza por la esquina derecha del monitor, como diciendo "¿y yo qué leches hago aquí?" Y muchos más: el gigantón mini-jefe que aparece rompiendo una pared y con ganas de romperte a ti la cabeza, el odioso que se esconde fuera de la pantalla para evitar que le infles, el grupete que te viene por delante y por detrás para acorralarte, el saltimbanqui, el escupefuego, etc.

  • -"El nivel del ascensor". Un escenario común en todo estos juegos en el cual el jugador debía subirse a un ascensor que comenzaba a subir o bajar a toda mecha, y los enemigos aterrizaban en él con ganas de partirnos la cara y tal. Caían desde cientos de metros de altura sin romperse ni un mísero huesito del oído (y lo curioso es que luego con 2 patadas te los merendabas)...

  • - Si en nuestro mundo tener novia supone en ocasiones complicarnos la vida cosa fina, en el de estos juegos la cosa es exagerada. ¡Vaya!, que aquí si tienes novia, prepárate para luchar contra organizaciones terroristas y cientos de pandilleros, que te la secuestran. Putos celosos...


En fín, que parecía que los hacían todos con molde y la clonación era evidente. En estos tiempos actuales, con tantas ínfulas videojueguiles, supondría pegarles cuatro tiros a sus desarrolladores. Pero en aquella época no nos preocupaban esas tonterías, tan solo importaba apalizar a punkies pixelados y recuperar novias. Benditos tiempos.

Aunque este género está muerto (aunque los actuales Devil My Cry o God of War tienen ingredientes del Beat ´em up, no lo son en definitiva ni mucho menos. Tienen altas dosis de exploración y aventura y no tienen lo que hacía grande a este género: el modo 2/3/4 jugadores). Gracias al bendito Mame, podemos volver a disfrutar como cerdos de estas joyitas que tanto nos engancharon de pequeños (volver a jugarlos de mayor es una experiencia verdaderamente emocionante y nostálgica, en serio). Así que, para hacer este rascacielos más alto todavía, escribiré un Top Ten de mis Beat ´em up favoritos favoritísimos. Estos juegos son, a mi juicio, Las Diez Maravillas Lúdicas y recreativas que se han legado a la humanidad. Algunas -y de enorme calidad- se han quedado fuera (como Moonwaker, The Punisher o The legend Of Silkroad), es lo que tiene la selección natural:


10- Final Fight (1989):




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Este fue el juego que sentó la mayoría de las bases que han definido el Beat ´em up, exceptuando el recurrente de hostiar a macarras que ya lo hizo Renegade en el 86. Pero bueno, incorporó la barra de vida enemiga, los items de puntos y vida, ataques especiales y potentes pero que restan vida, etc. Como en todos, cada final de fase tenía su propio bicharraco que costaba la de Dios matar, por lo general había que echar varias monedas de cinco duros para conseguirlo. De entre ellos, el más significativo era Andore, especie de André el Gigante ciclado, que te traía más de cuatro quebraderos de cabeza.

Haggar era el alma del juego,salvar a su hija y reventar yonkis eran sus mayores hobbies.
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9- Golden Axe (1990):

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No sólo los salones recreativos recibieron su colección de hostias, también los usuarios de consolas domésticas pudieron sentir los moratones. ¡Y este juego de la Mega Drive era la caña!

Matar orcos, lanzar hechizos, pisar Photobucket para robarles jodidas botellitas de maná y destruir a un caballero negro, que había raptado a una princesa porque le picaba el culo un rato. El juego transcurría en una tierra al estilo de Conan, e introdujo auténticas genialidades: magias, monturas (dragones, pollos gigantes y cosas así), el modo Duel (en el que nos vienen hordas de enemigos cada vez mayores y complicadas) y la mejor de todas, ¡¡El Enano!!! Qué grande era ese personaje. xDD

8- Alien vs. Predator (1994):

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Una intro de lujo, legiones de enemigos en pantalla, tantos movimientos por personaje que parece un juego de lucha one-on-one, personajes completamente diferenciados y todos geniales, escenas de película, ambiente... Si acaso le pondría como pero, que no tenía mucha variedad de enemigos, ya que eran todo aliens.

Por cierto, recuerdo que la máquina siempre estaba ocupada, cagüen sos...

7- The King of Dragons (1991):

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Con posibilidad de subir el nivel de nuestras habilidades, escenario de juego atractivo con tanta magia y tanta hostia, repleto de criaturas fantásticas, como orcos, magos, elfos, etc. Vamos, que el juego molaba mil, y con amigos diez mil. Siempre había hostias de todos colores para ver quien de los tres jugadores se pillaba al elfo, obviamente porque era él el que, pese a tener el arma menos dañina, atacaba a mayor distancia; y te permitía cual cagueti, el quedarte en la retaguardia tirando flechitas y saetas, mientras tus amigos se partían la cara contra los orcos en primera línea. Así amortizabas los cinco duros y durabas algo más en la partida.

6- The Simpsons: The Arcade Game (1991):


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Jugar con Bart y pegar patinazos, coger y lanzar adornos de la pantalla con Homer, todo era genial y podían jugar cuatro. Eso sí, si eran tres o cuatro siempre habían broncas para no pillar a Marge y Lisa, que luego al chaval lo tildaban de nenaz. Y para aquellos que se hayan enviciado a este juego tanto como yo, recordarles el bonus de inflar el globo de Krusty, que yo desde entonces no tengo huella dactilar. xDDDDD

5- Battletoads (1991):

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El cenit gráfico de la NES. Aunque en un principio salió como plagio del Teenage Mutant Ninja Turtles Arcade (y superó a su objetivo), poco importaban sapos o tortugas si con él te lo pasabas la hostia de bien. Este juegazo de leches protagonizado por unas ranas anabolizadas con una fuerza burra, mezclaba fases de peleas de calidad (con enemigos como cerdos punkis y ratas luchadoras de sumo) con fases de conducción de motos o tablas de surf. Lo mejor sin duda las técnicas de combate de las ranas, insuperables xDDDDDD. Qué jartá de reir...

Las ranas. Muy malotas, así están más guapas.
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Pero eso sí, el juego mas "hijodeputa" que me he echado a la cara, dificilísimo, ¡buahhhh! Recuerdo que en mi barrio había un niño que se lo había pasado y era una puta leyenda viva, como el primero que mostró el final de Zangief


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en Street Fighter II (sí, el personaje que nadie se pillaba xD).


4- Sunset Riders (1991):




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Juego amo amo. Cuando jugué, la máquina del juego estaba como si se la hubieran follado a lo bestia (pena que daba la pobre). Había que pulsar con una fuerza equivalente a 500kg de presión para que funcionase, pero menuda orgía de balazos y estampidas bovinas.

3- Street of Rage 2 (1992):

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Otro grandioso Beat ´em up de las consolas, y de los mejores juegos que han pasado por mi querida Mega Drive. Una estetica muy cuidada, variedad de tipejos a los que explotar a puñetazos, una duración bastante superior a lo acostumbrado a su género, pero lo mejor: su banda sonora. Era...bueno, dejaré aquí un ejemplo:



El jugador que no haya tocado este juego en la Mega Drive no merece las teclas del mando que chafa en estos tiempos.

2- Dungeon & Dragons: Shadow of Mystara (1996):

Un juego todopoderoso, que además estaba por delante de los demás en los tiempos que entonces corrían. Siempre lo jugaba cuando iba con mis padres (en verano) a comer a un bar que había en la Playa de Santa Pola, y juro que al ver ahora esta imagen me ha venido el olor a paella de aquel bar.
Control excelente, experiencia extremadamente divertida e intensa, clases variadas para todos los gustos, etc. Su único defecto es que el odioso se terminaba demasiado pronto y te dejaba con ganas de más (vamos, como casi todos los de este género).

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1- Cadillacs and Dinosaurs (1992):

La joya del Krone. Este glorioso juego, basado en el comic Xenozoic Tales de Schultz, sí que fue un auténtico juego robavidas, y no el WOW ese.
No puedo ni pensar en la cantidad de horas que me dejé con este juego... Madre mía, si ese tiempo me contase en la cotización llevaría diez años jubilado ya. Mi primo y yo lo llegamos a controlar hasta el exceso, con la gracia que los cinco duros nos cundían una barbaridad. El dueño del bar cada x tiempo llamaba al técnico que le metía un puntito más de dificultad con el switch. Cuando volvíamos a jugar, en un par de partidas le volvíamos a coger el truco y dejaba en nada el intento del pobre desgraciado de hacer el trasto algo más rentable.


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El mejor Beat ´em up de la historia, una joyaza que seguro, a millones de personas, hizo su infancia feliz y ludópata.

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